Grecia. Año 334 a.C. Alejandro Magno hijo y sucesor de Olimpia de Epiro y Filippo II de Macedonia, prepara sus tropas para la gran conquista del Imperio Persa. A su lado, su mentor y hombre fiel, Aristóteles. Una vez en tierras Persas, las victorias se suceden sin descanso y su nombre se engrandece por todo el mundo
. Posteriormente en Egipto. Funda ya como Faraón
la ciudad de Alejandría y por ello celebra un banquete donde encarga a su mentor y mano derecha Aristóteles mandar a crear un plato como ofrenda a su Dios Zeus en agradecimiento a las victorias conseguidas. Aristóteles encarga a su Chef
de mayor confianza crear este plato. Sabedor como buen intelectual griego de la historia de Amaltea, nodriza de Zeus, la cual se representa como una cabra que amamantó al Dios Infante en una Cueva de Creta. Pidió al Chef
una sola condición, que el plato llevará queso de cabra
en honor a la nodriza. El Chef Logan
, de origen canadiense
y gran amante de la naturaleza creo para acompañar este plato una salsa a base de jarabe de arce, árbol
típico de su tierra. Llegó la noche
y en el banquete el Gran Chef
tiene preparado el plato que será ofrecido a Zeus y degustado por el Emperador y ahora Faraón. Es tal la satisfacción de Alejandro Magno que encarga al Chef prepararle todas las noches de luna llena
este manjar.