Principios del siglo XVI. Cristóbal Colón y su tripulación, anclados en la Isla de Guanja, frente a las costas de Honduras, reciben como presente de los habitantes de esta isla unas pequeñas nueces 🌰 de forma ovalada y color marrón. Con ellas elaboran el xocolatl, una bebida de fuerte sabor que producía en su tripulación una gran energía y vitalidad 💪🏼. En 1519, Hernan Cortés llega a tierras Aztecas, para los que su cacao era un regalo de los Dioses, recibido a través de Quetzalcoatl, su Dios de la cultura y jardinero del paraíso que tras ser expulsado de él prometió a su pueblo que regresaría. Así, cuando apareció Hernan Cortés en las costas de su Imperio, pensaron que era la reencarnación de Quetzalcoatl. Por ello, Moctezuma, emperador azteca, lo recibió como una divinidad y le ofreció el alimento de los Dioses. Hernan Cortés sabedor del poder nutritivo y tonificante de este producto, cargó sus barcos de él y lo llevó a España. Una vez allí, el Rey Carlos I ordenó elaborar este producto junto al que en su día llegó desde Honduras traído por Cristóbal Colón y un tercero, ocultado por su madre Juana I de Castilla, que misteriosamente era de color blanco y cuyo origen sólo ella conocía, para crear un alimento que dotara a sus tropas de la energía y vitalidad suficiente para hacer realidad el inicio de un Imperio Universal Cristiano en el que nunca se pondría el Sol 🌞. Y así nace un postre a base de chocolate con un llamativo aspecto de tres colores que hicieron del mayor Imperio jamás conocido. BIGOTILY Sweets recupera esta receta del que fuera el mayor Imperio del Mundo 🌍 en el cuál nunca se pondría el Sol 🌞.